El esfuerzo y la constancia han sido cruciales en mi vida para llegar a conseguir cualquiera de mis metas. Ahora mi pasión es utilizar esas cualidades con cada paciente que viene a Diversitas, sin dejar de lado algo tan crucial como la emoción. Sin emoción no hay aprendizaje, por lo que en todo lo que hago las emociones, la empatía y la creatividad siempre están presentes.
Sin olvidar nunca que enseñando también se aprende y mucho.
Además, siempre hay personas que recuerdas con cariño porque te enseñaron, te ayudaron cuando más lo necesitabas, creyeron en ti y potenciaron todas tus habilidades. Yo quiero ser una de esas personas a las que sus pacientes recuerden de la misma forma, por haberles ayudado a conseguir todo lo que podían y más, incluso aquello que parecía inalcanzable.